José Ángel Barrueco, (Zamora, 1972) escritor y articulista. Ha publicado los libros Recuerdos de un cine de barrio, Monólogo de un canalla, Para esas noches de insomnio, Asco, Vivir y morir en Lavapiés, Te escribiré una novela, la obra de teatro Vengo de matar a un hombre, el poemario No hay camino al paraíso, junto a Javier Das, entre otros.
Su blog: http://thekankel.blogspot.com.es/
1. ¿Cuántos espejos has roto para escribir Vivir y morir en Lavapiés?
En realidad sólo uno, muy grande, que es el que refleja Lavapiés, pero en miles de pedazos, para que me cupiesen todas las historias.
2. ¿Quiénes son Los viajeros de la noche?
Es un guiño a una película de título homónimo, de serie B, estrenada en los 80, que dirigió Kathryn Bigelow. Los viajeros eran vampiros. Y el título me gusta tanto que se lo puse a mi segundo poemario (se publicará pronto, espero). En el libro ya no se trata de vampiros: ahí somos mi chica y yo.
3. ¿Escribes por necesidad o por vicio?
Siempre por necesidad, aunque parece que hoy, en esta sociedad en la que vivimos, la mayoría de la gente sólo escribe para la galería. Tengo por ahí un montón de textos que nadie ha visto; y no sé si alguna vez los verá alguien. Y no me refiero a cartas de amor o diarios; me refiero a cuentos, a poemas, incluso a novelas. Primero escribo lo que necesito escribir; luego me planteo si alguien debería leerlo o si es publicable. Lo del vicio lo dejo para la lectura. Escritura = Necesidad. Lectura = Vicio.
4. ¿Eres un escritor que crea de fuera hacia dentro, un Hemingway, un Fitzgerald? ¿O por el contrario escribes de dentro hacia fuera, y estás más cerca de un Borges o un Kafka?
La prosa de Borges y de Kafka es perfecta. Sin embargo, creo que estoy más cerca de Hemingway y Fitzgerald y sus conexiones evidentemente autobiográficas.
5. ¿Qué significa Leonard Cohen para ti?
Un poeta, un maestro, un caballero, un hombre de verdad. Uno de mis cantantes predilectos. También lo fue de mi madre, quien me inculcó la pasión por sus canciones. Es el último concierto al que fui con ella. Ahora es un símbolo.
6. ¿En qué andas metido actualmente?
Intento terminar Alumbramiento, pero soy padre desde hace un año y apenas tengo tiempo ni fuerzas para escribir tanto como antes. Es la tercera parte de la trilogía que abrí con Asco y que continué con Angustia, para la que estoy buscando editor. Y también preparo, junto a Gsús Bonilla, una antología de encargo para Ya lo dijo Casimiro Parker; pero no puedo dar más datos, de momento.
7. ¿Qué libro te habría gustado escribir? ¿Y por qué?
La hermandad de la uva (John Fante). Y, por si puedo apuntar algunos más: cualquiera de Thomas Bernhard, el Viaje al fin de la noche (Céline), Molloy (Samuel Beckett)… No sé, hay muchos. Pero el equilibro que logró Fante entre la ternura y el desprecio hacia su padre es envidiable.
8. ¿Alguna liturgia concreta a la hora de crear? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Puedo escribir en cualquier parte si es necesario. De hecho, antaño escribí artículos durante mis viajes en tren y me fascinó la experiencia. Escribí en hoteles, en casas ajenas, en ordenadores prestados, a mano, a máquina… Pero prefiero trabajar en casa, en mi pc, con un café al lado y la música instrumental de alguna película como fondo. Y por las mañanas. Siempre por las mañanas.
9. ¿Qué te inspira?
Ya no creo en la inspiración (antaño sí lo hice). Ahora sólo creo en el trabajo duro y en la disciplina.
10. ¿Un libro que no te cansas de devorar?
Hay unos cuantos que he leído dos o tres veces sin cansarme: Pregúntale al polvo (John Fante), Don Quijote (Cervantes), Viaje al fin de la noche (Céline), los poemarios de David González y de Karmelo C. Iribarren... Pero quizá el que más veces he leído es El guardián entre el centeno (J. D. Salinger). La primera vez que lo leí (era lectura obligatoria en mi instituto), lo detesté. Al repetir curso me tocó leerlo de nuevo y empezó a gustarme. Lo releo cada poco y siempre encuentro cosas nuevas, ángulos desde los que no había mirado, aspectos que se me escaparon. Tal vez me guste tanto porque es un libro que refleja a la perfección ese paraíso perdido, lleno de rebeldía, que es la adolescencia. El momento en que una persona está a medio cocer.
Hankover (Resaca): http://hankover.blogspot.com.es/