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martes, 3 de julio de 2012

Ellos tienen blog: Entrevista a José Ángel Barrueco

 
José Ángel Barrueco, (Zamora, 1972) escritor y articulista. Ha publicado los libros Recuerdos de un cine de barrio, Monólogo de un canalla, Para esas noches de insomnio, Asco, Vivir y morir en Lavapiés, Te escribiré una novela, la obra de teatro Vengo de matar a un hombre, el poemario No hay camino al paraíso, junto a Javier Das, entre otros.


1. ¿Cuántos espejos has roto para escribir Vivir y morir en Lavapiés?
En realidad sólo uno, muy grande, que es el que refleja Lavapiés, pero en miles de pedazos, para que me cupiesen todas las historias.  

2. ¿Quiénes son Los viajeros de la noche?
Es un guiño a una película de título homónimo, de serie B, estrenada en los 80, que dirigió Kathryn Bigelow. Los viajeros eran vampiros. Y el título me gusta tanto que se lo puse a mi segundo poemario (se publicará pronto, espero). En el libro ya no se trata de vampiros: ahí somos mi chica y yo. 

3. ¿Escribes por necesidad o por vicio?
Siempre por necesidad, aunque parece que hoy, en esta sociedad en la que vivimos, la mayoría de la gente sólo escribe para la galería. Tengo por ahí un montón de textos que nadie ha visto; y no sé si alguna vez los verá alguien. Y no me refiero a cartas de amor o diarios; me refiero a cuentos, a poemas, incluso a novelas. Primero escribo lo que necesito escribir; luego me planteo si alguien debería leerlo o si es publicable. Lo del vicio lo dejo para la lectura. Escritura = Necesidad. Lectura = Vicio.

4. ¿Eres un escritor que crea de fuera hacia dentro, un Hemingway, un Fitzgerald? ¿O por el contrario escribes de dentro hacia fuera, y estás más cerca de un Borges o un Kafka?
La prosa de Borges y de Kafka es perfecta. Sin embargo, creo que estoy más cerca de Hemingway y Fitzgerald y sus conexiones evidentemente autobiográficas. 

5. ¿Qué significa Leonard Cohen para ti?
Un poeta, un maestro, un caballero, un hombre de verdad. Uno de mis cantantes predilectos. También lo fue de mi madre, quien me inculcó la pasión por sus canciones. Es el último concierto al que fui con ella. Ahora es un símbolo.  

6. ¿En qué andas metido actualmente?
Intento terminar Alumbramiento, pero soy padre desde hace un año y apenas tengo tiempo ni fuerzas para escribir tanto como antes. Es la tercera parte de la trilogía que abrí con Asco y que continué con Angustia, para la que estoy buscando editor. Y también preparo, junto a Gsús Bonilla, una antología de encargo para Ya lo dijo Casimiro Parker; pero no puedo dar más datos, de momento. 

7. ¿Qué libro te habría gustado escribir? ¿Y por qué?
La hermandad de la uva (John Fante). Y, por si puedo apuntar algunos más: cualquiera de Thomas Bernhard, el Viaje al fin de la noche (Céline), Molloy (Samuel Beckett)… No sé, hay muchos. Pero el equilibro que logró Fante entre la ternura y el desprecio hacia su padre es envidiable.  

8. ¿Alguna liturgia concreta a la hora de crear? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Puedo escribir en cualquier parte si es necesario. De hecho, antaño escribí artículos durante mis viajes en tren y me fascinó la experiencia. Escribí en hoteles, en casas ajenas, en ordenadores prestados, a mano, a máquina… Pero prefiero trabajar en casa, en mi pc, con un café al lado y la música instrumental de alguna película como fondo. Y por las mañanas. Siempre por las mañanas.

9. ¿Qué te inspira?
Ya no creo en la inspiración (antaño sí lo hice). Ahora sólo creo en el trabajo duro y en la disciplina.  

10. ¿Un libro que no te cansas de devorar?
Hay unos cuantos que he leído dos o tres veces sin cansarme: Pregúntale al polvo (John Fante), Don Quijote (Cervantes), Viaje al fin de la noche (Céline), los poemarios de David González y de Karmelo C. Iribarren... Pero quizá el que más veces he leído es El guardián entre el centeno (J. D. Salinger). La primera vez que lo leí (era lectura obligatoria en mi instituto), lo detesté. Al repetir curso me tocó leerlo de nuevo y empezó a gustarme. Lo releo cada poco y siempre encuentro cosas nuevas, ángulos desde los que no había mirado, aspectos que se me escaparon. Tal vez me guste tanto porque es un libro que refleja a la perfección ese paraíso perdido, lleno de rebeldía, que es la adolescencia. El momento en que una persona está a medio cocer.  

11. ¿Nos recomiendas un blog?

Libélulas - enfant terrible




El único regalo de la literatura es pertenecer a un mundo irreal. El mundo real es una herencia cruel, servida en bandeja de plata, por un mayordomo teócrata, que corta el cordón umbilical. Irreal como adornado, blando, e incipiente, como el vello púbico en la infancia. Irreal como los muyahidines que suben a los minaretes de mi cabeza y, poco a poco, disparan la letanía de voces. Que convierte algunas palabras en emperadores, al menos, durante algunos segundos. Y después del confeti, sólo queda limpiar las frases, como un arqueólogo quita el polvo, con un cepillo suave, de algo que cree un descubrimiento. Regar la calle, rezarle al asfalto mojado, y atarse los cordones. Podría escribir una palabra en la luna empañada de cada coche. Y construir así, un poema de muerte y frío, que atravesara la ciudad. Deberíamos enfrentarnos, en un cuerpo a cuerpo, hoy, que os sentís poderosos en vuestras resacas. Aquí, en el barro en el que se trenzan las frases. Desnúdate. Los cuerpos teñidos de pintura fluorescente han salido a volar como libélulas. Todavía brilla algo dentro de nosotros. El único regalo de la literatura es pertenecer a un mundo irreal.

MANTENER LA CADENA DE FRÍO - Andrés Catalán y Ben Clark



LA OBRA
Cuando Eva hizo lo suyo
y Adán luego
–trocitos de manzana
entre los dientes–
lo que quedó bien claro
fue que a todas las cosas
–todas, todos–
se les adjudicó,
sin más,
la cifra, el signo
de su caduca historia,
de su muerte.
"Consumir preferentemente" de Andrés Catalán y Ben Clark.

Editorial Pre-textos
Premio de Poesía Joven del RNE 2011

Ellos tienen blog: Entrevista a Andrés Catalán




Andrés Catalán (Salamanca, 1983) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde trabaja en la actualidad en su tesis doctoral. Trabaja ocasionalmente como profesor de literatura para alumnos extranjeros. Es autor del libro Composiciones de lugar (VI Premio Joven Félix Grande; UP José Hierro, 2010) y ha publicado crítica, traducciones y poemas en revistas como Clarín, Nadadora, FronteraD o El Cuaderno. Ha traducido a los poetas norteamericanos Robert Hass y Robert Frost.



su blog: http://lemonocledemononcle.blogspot.com.es/


1. ¿Cuál ha sido la experiencia de escribir poesía a dos manos y cómo sabíais cuándo un poema estaba acabado?
Cada poema está escrito por uno de los dos. Por supuesto, aceptábamos críticas, eliminaciones, recomendaciones y sugerencias del otro, pero cada uno era dueño de lo suyo, por lo que dar un poema por acabado no era diferente de hacerlo en cualquier otro libro. Es decir, algo provisional y azaroso que se convierte en una decisión definitiva, difícil de razonar y más aún de explicar. En cuanto a la experiencia de escribir a dos manos, interesante: el ejercicio de estilo de adoptar las virtudes del otro para tapar los defectos propios ha producido una serie de textos extraños, ni míos ni de Ben, que me inquieta un poco pero que me gusta mucho.


2. Escoge un poema de Mantener la cadena de frío.

TATIN

Hoy discuten, sentados en la misma
mesa donde cenamos
el día en que el amor se hizo reproche.
Querría que las cosas se arreglaran
para ellos, que se dieran los dos cuenta
de que el pan que ha traído el camarero
está recién horneado,
que el mero está cubierto de una salsa
de otoño lisboeta, que en las copas
están resucitando los bomberos
muertos en Nueva York. Ah, si supieran
lo bien que aquí preparan el tatin;
le ponen una bola de vainilla,
y se va deshaciendo.
Llenándote la boca y el olvido.
Y ya sé que es distinto y que no somos
nosotros los que están allí sentados,
sentados y en silencio.
Pero es la misma mesa. Algo estúpido,
si lo piensas, incluso puede ser
que las hayan movido y que no sea
el mueble kilométrico que un día
compartimos un rato. Puede ser
que esa pareja vuelva sin decirse
nada al apartamento, y es posible
que en un momento dado alguno piense
«¿Pero acaso estoy loco?» Y que se besen.
Puede que esto suceda como he dicho.
Puede que esto suceda y que ninguno
decida regresar aquí jamás.


3. ¿Escribes por necesidad o por vicio?
Necesidad y vicio son parecidos: nada hay más necesario para el vicioso que la dosis diaria de su paraíso artificial. En todo caso, escribo poco y por temporadas, solo cuando creo que tengo algo que decir o cuando tengo la sensación de que he encontrado la forma y la estructura para hacerlo. No tengo prisas y, si me entra el gusanillo, recurro a la traducción, que es una labor estupenda para aprender tu propio idioma y experimentar estilos.


4. ¿Eres un escritor que crea de fuera hacia dentro, un Hemingway, un Fitzgerald? O por el contrario escribes de dentro hacia fuera, y estás más cerca de un Borges o un Kafka?
Siempre me cayó simpático Fitzgerald (mucho más que cualquiera de los otros tres que mencionas): pero me temo que soy más literario que vital. No sé si me interesa más el lenguaje y la literatura que la vida pero, en todo caso, me es más fácil reflexionar sobre esta última de manera indirecta, preguntándome sobre las mentiras o verdades del arte y la distancia entre nosotros y lo que escribimos/decimos.

5. ¿Puedes compartir algo acerca de esa tesis doctoral sobre las relaciones entre la poesía y la pintura?
La tesis, que intento acabar ya antes de que ella acabe conmigo, es un estudio sobre la écfrasis (en modo resumido: un poema acerca de una obra pictórica) en la Generación del 27. Concretamente, en Alberti, Cernuda y Salinas: hay una conexión interesante entre las distancias entre exilio y patria, texto y cuadro, realidad y deseo.


6. ¿Qué encontramos en esos 9 poemas sobre pintura de Por hacer una doblez en el pañuelo?
Son una pequeña muestra de por qué no se debe hacer una tesis doctoral mientras se escriben poemas (o al revés): todo acaba girando sobre lo mismo y se acaba haciendo teoría de la práctica y viceversa. Son 9 reflexiones en torno a unos cuantos pintores o cuadros, sobre el hecho de mirar un cuadro o sobre la propia creación artística (pictórica o no).


7. ¿Qué libro te habría gustado escribir? ¿Y por qué?
Cualquiera del polaco Zagajewski. Es capaz de un equilibrio entre anécdota narrativa, sensibilidad lírica e ironía, cotidianidad y trascendencia que me fascina.


8. ¿Alguna liturgia concreta a la hora de crear? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Las liturgias van mutando: depende de la época. A veces soy incapaz de escribir a mano y otras veces me es imposible pensar delante de la pantalla en blanco del documento de texto. Lo mismo para el dónde: suelo escribir en un café (donde no haya demasiado ruido, pero que haya gente), pero tengo temporadas en las que no me levanto de la silla en mi casa.


9. ¿Un libro que no te cansas de devorar?
La novela que más veces he leído es, posiblemente, Lolita, de Nabokov. En poesía, siempre encuentro algo nuevo en cada relectura de Retornos de lo vivo lejano, de Alberti.


10. ¿Nos recomiendas un blog?
El del escritor mallorquín Javier Cánaves, novelista y poeta, un gran tipo.

Ellos tienen blog: Entrevista a Ben Clark


Del verso y lo adverso 8.0

Ben Clark (Ibiza, 1984) es autor de los poemarios Los hijos de los hijos de la ira (XXI Premio de Poesía Hiperión; Hiperión, 2006), Cabotaje (Editorial Delirio, 2008), Memoría (Editorial Huacanamo, 2009), La mezcla confusa (VII Premio Joven Félix Grande; UP José Hierro, 2011) y Basura (Editorial Delirio, 2011). Ha traducido los Poemas de amor de Anne Sexton (Ediciones Linteo, 2009) y la Poesía completa de Edward Thomas (Ediciones Linteo, 2012). Durante el curso 2004-2005 obtuvo una beca de creación en la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores y en 2012 una beca de residencia del Retiro para Escritores del Castillo de Hawthornden, Escocia.


su blog: http://www.delversoyloadverso.com/




1. ¿Cómo nace y se escribe Mantener la cadena de frío?
Este libro nació como nacen casi todas las buenas ideas (y alguna mala, también); cenando entre risas y vino. Nos lo propusimos casi como un juego, quizá incluso un desafío. Lo escribimos, sobre todo, pasándolo bien, por eso confío mucho en el libro.


2. Escoge un poema de Mantener la cadena de frío.No sabría. Quizá el de 'Leer Comida', pero no sé.

LEER COMIDA
                         
                                      Gotea tinta de las comisuras de mi boca.
                                                                                  Mark Strand

La magdalena de Marcel Proust, las uvas
del pícaro de Tormes, los banquetes
de Gargantúa, las lentejas del viernes
de Quijote, el pastel
de riñones que Bloom llama menú
digno de un príncipe, el café
y las naranjas en la mañana al sol
de Stevens, los arándanos de Frost,
las dietas excesivas que Mann hace ingerir
a Hans Castorp, la redonda
noche de Miguel y su sol en sigilo.
Los días como letras de una sopa
en ese célebre poema de Howard Nemerov,
la vida a cucharillas de T. S. Elliot,
las palabras que caben en un plato
y que alguien, en algún lugar, se traga.


3. ¿Escribes por necesidad o por vicio?
Porque soy escritor.


4. ¿Eres un escritor que crea de fuera hacia dentro, un Hemingway, un Fitzgerald? ¿O por el contrario escribes de dentro hacia fuera, y estás más cerca de un Borges o un Kafka?
No estoy seguro de que exista esa diferencia. Sólo puedo decir que siempre escribo sobre las cosas que me interesan, que me intrigan. En ese sentido, quizá, sea de fuera hacia dentro. De todas formas, repito, no creo que exista esa diferencia.


5. ¿Cómo resumirías la experiencia de esos 28 días de aislamiento lírico en el castillo escocés de Hawthornden?
Como una experiencia creativa que, paradójicamente, resulta inenarrable.


6. ¿En qué andas metido actualmente?
Actualmente estoy con un nuevo proyecto artístico que se llama 'pagar el alquiler', es entretenido y difícil, te lo aseguro, lo bueno es que se trata de un proyecto colectivísimo y que conecta muy bien con la gente joven.


7. ¿Qué libro te habría gustado escribir? ¿Y por qué?
Difícil también. No puedo mencionar ningún poemario (mencionaría poemas, claro), pero puedo decirte que me hubiera encantado escribir El mal de Montano, aunque sólo fuera para saber si es posible escribirlo o si es, como creo, un libro imposible de escribir. 


8. ¿Alguna liturgia concreta a la hora de crear? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Como sea. Donde sea y cuando puedas. Lo más importante es lo último.


9. ¿Un libro que no te cansas de devorar?
La obra Zurita, de Raúl Zurita. Me pongo el chaleco de Kevlar y lo releo una y otra vez.


10. ¿Nos recomiendas un blog?
Zafarranchos Merulanos: un blog de crítica literaria que administra gente lista que lee demasiado. http://zafarranchosmerulanos.blogspot.com.es/